Tres motivos que me pueden hacer pensar que mi fascitis plantar es en realidad un síndrome de baxter

El nervio de Baxter, llamado así por el primer autor que habló de la enfermedad en la que este nervio estaba dañado y daba un dolor similar a la fascitis o fasciopatía plantar, es la primera rama del nervio plantar lateral.

El nervio tibial posterior, que discurre por la parte interna del tobillo, se subdivide en nervio plantar medial y nervio plantar lateral. La primera división que aparece en el nervio plantar lateral es una pequeña rama con una fibra motora que va hacia el origen del músculo abductor del quinto dedo y otra pequeña rama que se inserta en el periostio del calcáneo.

Nervio tibial y sus ramas a su paso por el túnel del tarso, diseccionado.
TN: nervio tibial posterior
MCN: nervio calcáneo medial, sensitivo del talón
MPN: nervio plantar medial, rama medial del nervio tibial posterior
LPN: nervio plantar lateral, rama lateral del nervio tibial posterior
BN: nervio de baxter o primera rama del nervio plantar lateral, cuya compresión da un dolor similar a la fascitis o fasciopatía plantar

Por eso, cuando este nervio está dañado da sintomatología en las zonas que inerva: atrofia en el músculo abductor del quinto dedo, aspecto a menudo difícilmente valorable, y dolor en la región del calcáneo, que por eso hay pacientes que han sido diagnosticados de fascitis plantar que en realidad sufren de síndrome del nervio de Baxter.

¿Por qué se puede dañar el nervio? Hay estructuras fibrosas muy firmes sobre él, como la fascia profunda del abductor del primer dedo, que durante la fase de pronación genera grandes fuerzas sobre él. Así mismo, presiones en el túnel tarsiano, tumores nerviosos, lesiones vasculares ocupantes del espacio pueden comprimirlo… siempre será importante diagnósticar exactamente el motivo del dolor.

Pero, para mí que tengo una fascitis plantar que no se sana con ningún tratamiento, ¿Qué me puede hacer pensar que en realidad tengo un síndrome de Baxter:

  1. No me duele el talón en los primeros pasos de la mañana, pero sí al final del día, en la cama o cuando paso mucho tiempo de pie en una posición fija. El dolor la fasciopatía típicamente duele al estirarse la fascia plantar durante un periodo de reposo, como estar tumbado o sentados largo tiempo, pero la compresión del nervio se acentúa cuando estamos de pie sobre él largo tiempo.
  2. Estoy peor de mi fascitis plantar con plantillas ortopédicas. Las plantillas ortopédicas bien planteadas suelen ser un tratamiento sintomático útil para la fascipatía plantar, mejorando el dolor y la función. Cuando se está peor con ellas, previa revisión con el clínico que las prescribió suele ser porque comprimen aún más la estructura nerviosa, empeorando el cuadro.
  3. La fascitis plantar no se me quita con nada. He probado de todo: plantillas ortopédicas, PRP, electrolisis percutánea intratisular, fisioterapia manual, y nada. En este caso, habrá que revisar concienzudamente el estado del nervio y si podemos estar ante un falso caso de fascitis plantar.
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Ante cualquier duda, tenemos que recordar siempre que no hay tratamiento malo, si no diagnósticos incorrectos.